Los plásticos y envases se han vuelto indispensables en la vida cotidiana, sin embargo, se obtienen principalmente de compuestos derivados de combustibles fósiles, los cuales tienen efectos perjudiciales sobre el medio ambiente, por lo que se pretende sustituir los actuales plásticos de base petroquímica por alternativas de biopolímeros (basados en bacterias, hongos y algas) de menor huella de carbono, y dar una nueva solución sostenible a toda su cadena de valor a nivel europeo.
Los polihidroxialcanoatos (PHA) son uno de los ejemplos de la familia de biopolímeros más destacados. Sin embargo, actualmente gran parte de su cadena de valor en la Unión Europea depende de terceros países. El proyecto NENU2PHAR, financiado con fondos europeos, trata de dar un vuelco a esta situación con una metodología que incluya toda la cadena de valor: producción de nuevos bioplásticos basados en biomasa de microalgas y cepas de bacterias, la formulación y procesamiento de biopolímeros y la fabricación de ocho productos con funcionalidades diferentes.
Evaluando necesidades y desafíos en el ámbito de las regulaciones y de los estándares.
Realizando un Análisis de Ciclo de Vida (ACV) completo para evaluar y optimizar el impacto ambiental, económico y social de los prototipos propuestos.
Agregando valor técnico ambiental a la propuesta integrando el ecodiseño de los productos finales.
Contribuyendo a definir la metodología y viabilidad de mercado y de negocio.
Este proyecto ha recibido financiación de la Empresa Conjunta de Industrias de Base Bio (BBI-JU) en virtud del acuerdo de subvención n.º 887474. La JU recibe apoyo del programa de investigación e innovación Horizonte 2020 de la Unión Europea y del Consorcio de Industrias de Base Bio.
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